Noldor se compone de todas las grutas, cavernas y cuevas que forman parte de la majestuosa Monarquía de los Enanos. Especialistas en la talla de la piedra, han transformado esos recovecos subterráneos en refugios tan acogedores que rivalizan en comodidad y belleza con cualquier enclave del mundo exterior; auténticos hogares bajo la roca. No es ninguna exageración afirmar que su “capital de piedra”, ciudad de los grandes reyes y hogar de leyendas inmortales, se considera una de las capitales más hermosas y admiradas por todas las razas de este mundo, incluso por los elfos.

Si retrocedemos milenios en el tiempo, Noldor siempre ha permanecido ahí, desde los primeros enanos que excavaron la tierra. Con sólidos cimientos, alzaron grandes ciudades bajo montañas y colinas, y su gloria persiste gracias a que los enanos figuran entre los seres más hábiles e ingeniosos de las Tierras Convergentes. A lo largo de su historia, Noldor ha tenido enfrentamientos con todos los reinos. De entre sus más grandes batallas destacan: la Ofensiva del Páramo, el Sitio de Kanemitsu y la Guerra del Llanto. Aunque suelen ser bastante amistosos, disfrutan de la gloria y las grandes batallas, siempre que salgan victoriosos, claro está. Su principal enemigo son los elfos, a diferencia de su buena relación con el reino humano de Lothric.

Tras la Guerra de la Cólera, siguen ayudando a los humanos en distintos conflictos, mientras procuran recuperarse del desastre vivido. La arquitectura enana es objeto de admiración, sobre todo en sus ciudades subterráneas. ¿Qué podría decirse de los Noldor que no se sepa ya? Todo el mundo conoce las grandes virtudes de quienes habitan su capital, ubicada en las Montañas Rocosas, así como de quienes viven en las aldeas circundantes. El dominio de Noldor se extiende por prácticamente todo el noroeste de Oromîr, tanto fuera como dentro de la montaña, conformando un vasto territorio bajo la autoridad de la monarquía.

Sus ciudades y pueblos se caracterizan por una atmósfera animada, pues sus gentes son muy abiertas tanto con los residentes locales como con los extranjeros. Se dice que, si deseas buenas amistades y fortuna, el destino te conducirá a Noldor. Quienes viven en sus dominios destacan por ser alegres y valientes; la cobardía se considera la peor ofensa posible (lo que a veces los vuelve impulsivos y sin tapujos al hablar). Además, la monarquía presume de poseer el ejército terrestre más poderoso de las Tierras Convergentes, reconocido como casi imparable. No solo radica en la firmeza de sus soldados, curtidos en el arte de la guerra, sino también en el acero monárquico, reputado como el mejor de todos.